Las ganancias que obtienen bandas de la delincuencia organizada por el tráfico ilícito de migrantes asciende a 7 mil millones de dólares al año a escala mundial y lo más grave es que, en México, está situación va en aumento, debido a que en los pasados 10 años subió más del doble el costo de un coyote o pollero, alertó la coordinadora de proyecto de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, Carolina Morales Rojo.
Aunque en promedio una persona migrante paga 100 mil pesos a traficantes por cruzar a Estados Unidos, señaló que el precio puede aumentar en función de la ciudad, el sexo y la trayectoria.
Al participar en la presentación de Indicadores históricos de las encuestas sobre migración en las fronteras de México, durante el Encuentro Internacional sobre Movilidad Humana 2023, comentó que 80 por ciento de los migrantes siguen trasladándose vía terrestre, por lo que con frecuencia “vemos casos muy lastimosos de accidentes de autobuses y camiones y no hay protección para el migrante”.
Además del riesgo, señaló que hay un costo humano en el tráfico ilícito de personas. “Vemos que las familias se endeudan porque financian estos servicios y venden terrenos, autos, cultivos, animales y esto representa un impacto muy costoso para toda la familia de quien emigra”.
Al respecto, la oficial senior de Enlace y Políticas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en México, Denisse Velázquez, subrayó que las muertes y desapariciones de migrantes siguen siendo un tema preocupante porque no hay rutas regulares y “corren riesgos desproporcionados de ser víctimas del crimen organizado”.
Detalló que varias personas han reportado que fueron abandonadas por los polleros y “lo más trágico de todo es que hay migrantes que no viven para contar estas condiciones que sufrieron”.
Explicó que en México ha habido 4 mil 541 muertes y desapariciones de personas migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos desde 2014 y hasta el 23 de junio de 2023.
Ante ello, enfatizó que hay una necesidad inmediata para ofrecer rutas seguras de migración y emprender iniciativas para salvar sus vidas, porque en México “no hay mejoras significativas en esta área, seguiremos viendo violaciones a los derechos humanos”.