Autoridades implementan operativos de búsqueda y detención en calles y otros puntos donde se escondieron.
La cuarta caravana migrante que arrancó la mañana del sábado desde el municipio de Tapachula, en la frontera con Guatemala, y que tenía como destino el norte del país.
Aunque un poco más organizada que las tres previas, la cuarta caravana duró menos de 24 horas y fue disgregada en el municipio de Huixtla luego de durante la jornada del sábado había recorrido poco más de 40 kilómetros.
A las 05:00 horas agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional llevaron a cabo un operativo para desarticular a este cuarto grupo, integrado por unos 500 migrantes en su mayoría haitianos, centroamericanos, cubanos y venezolanos.
Los agentes primero recorrieron el municipio para detener a los extranjeros que deambulaban por las calles y luego llegaron a la instalación, un domo, donde la mayoría de los migrantes había pasado la noche.
La caravana pretendía continuar su caminata este domingo y su objetivo era llegar al municipio de Villa Comaltitlán, a unos 18 kilómetros de Huixtla.
Los agentes de la Guardia Nacional con equipos antimotines, encapsularon a la mayoría de los migrantes, entre ellos mujeres, niños, además de un grueso grupo de hombres.
En la acción, las autoridades detuvieron a unas 50 personas, entre mujeres, niños, quienes opusieron resistencia para subir a las unidades de traslado del Instituto Nacional de Migración.
Tras la dispersión, algunos migrantes corrieron a la ribera del río Huixtla para evitar ser detenidos.
Una de las mujeres que fue asegurada por personal de migración gritaba: “¡Mi hijo, mi hijo, me hace falta mi hijo!” al tiempo que era sometida por varios agentes.
En medio de gritos y llanto y abrazados de sus hijos y familiares, los migrantes detenidos fueron subidos a varios autobuses para ser llevados nuevamente a la frontera sur.
Tras estas detenciones, los agentes mexicanos implementaron operativos de búsqueda y detención en calles, avenidas, parques, la ribera del río Huixtla, así como otros puntos donde se escondieron los migrantes.
Durante los recorridos, cerca del Hospital de la Mujer, aproximadamente unos 70 migrantes que se agruparon para continuar con su trayecto fueron detectados por los agentes y para evitar su detención los extranjeros lanzaron piedras a las autoridades, aunque no evitaron ser capturados.
Desde el pasado fin de semana en el municipio de Tapachula se conformaron cuatro caravanas migrantes, la última este sábado. Todas avanzaron decenas de kilómetros, pero fueron disueltas por agentes mexicanos.
Organizaciones defensoras de migrantes y agencias de la ONU denunciaron que los agentes han empleado uso excesivo de la fuerza durante las detenciones.
A comienzos de semana se hizo público un video en redes sociales que mostraba a dos agentes migratorios pateando a un migrante haitiano al disolver el pasado lunes la primera caravana.
Sobre el tema, el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró el pasado jueves que en los próximos días enviará una carta a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, para insistir en que atienda las “causas” de la migración forzada y ofrezca visas temporales de trabajo para centroamericanos.
Esta semana, el INM informó que desde el 1 de enero al 31 agosto, México ha identificado a 147,033 personas migrantes en condición irregular en el país.