Para los migrantes haitianos, la espera en Tijuana conlleva miedo, discriminación e incluso muerte
Pethou Archange, en el centro, llora la pérdida de su hermano mientras su primo, Guinot Valdez, a la derecha, y otro hombre la sostienen. Amigos, familiares y simpatizantes se reunieron en una pequeña funeraria para recordar la vida de Jocelyn Anselme, de 34 años, y Calory Archange, de 31, dos haitianos que murieron viviendo en México.