Por su geografía y vecindad con Texas, el crimen organizado ha tomado la entidad como un corredor logístico para el tráfico de personas. En apenas la tercera parte de 2022, el flujo migratorio ya representa el 57% de la media estatal de los últimos 5 años.
Los hondureños Julián de Jesús Madariaga y Edwin Cruz se conocieron en su ruta migrante. Los dos llegaron juntos hasta Torreón, Coahuila, a unos 600 kilómetros de la frontera más cercana con Estados Unidos. Pero hasta aquí llegarán juntos. Julián de Jesús, 55 años, quiere regresar a su país. Edwin, 44 años, busca llegar a Monterrey y encontrar trabajo allí..
Sus historias son comunes entre las personas migrantes. Julián de Jesús Madariaga tenía una microempresa de muebles, pero las pandillas empezaron a cobrarle 30 mil lempiras mensuales (1,200 dólares) por derecho de piso, o como le llaman en Honduras, “impuesto de guerra”.
Un año después, le llegó una nota que la cuota había subido a 100 mil lempiras mensuales (4,000 dólares). Ya no pudo costear y cerró el negocio. Pero a los tres días balearon su casa y casi matan a su familia.
A Edwin, el hambre lo expulsó.
Pero ellos, a diferencia de otros migrantes, no tuvieron dinero para pagar un pollero que los trasladara hasta la frontera y los cruzara.
“Solo pueden los que tienen familiares allá arriba”, dice Julián de Jesús desde la Posada del Peregrino en Torreón, donde en un lunes caluroso se albergan siete migrantes.
Para Julián de Jesús y Edwin, el único vehículo es el tren. Y por eso su viaje, por lo pronto, se detuvo en Torreón. No tienen dinero para pagarle a un traficante. Para muchos otros migrantes ese viaje también se ha estancado en Coahuila, una entidad en la que velozmente incrementan las detenciones de migrantes.
Migrantes detenidos en Coahuila
¿Por qué está sucediendo en Coahuila?
De enero a abril de este año, las noticias de migrantes encontrados en las carreteras del estado han sido constantes. Hallados en cajas de camiones, rescatados de tráileres abandonados o encontrados en camiones de pasajeros.
El 23 de abril, autoridades mexicanas interceptaron un tráiler que transportaba en la caja a 92 migrantes, incluyendo 19 menores de edad. Los migrantes viajaban hacinados y fueron encontrados gracias a una revisión a la altura del Centro de Justicia Penal de Saltillo.
El 26 de abril, en el municipio de San Pedro, 39 migrantes fueron detenidos en distintos puntos de revisión. Viajaban en autobuses de pasajeros rumbo a la frontera. Tres días después, 25 migrantes fueron asegurados en el municipio de San Pedro por la Policía Civil de Coahuila cuando intentaban llegar hasta Estados Unidos transportándose en autobuses.
Autoridades y defensores de derechos humanos han reconocido el incremento de las detenciones y rescates de migrantes en la entidad en estos cuatro meses. Son flujos extraordinarios que, de acuerdo con el Gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme Solís, “no son del orden común” y donde tiene relación el crimen organizado.
Alberto Xicoténcatl Carrasco, director de la Casa del Migrante en Saltillo, tiene más preguntas que respuestas ante la situación que ha ocurrido en los últimos meses en Coahuila.
“Es extraño y preocupante”, dice. “¿Por qué está sucediendo en Coahuila cuando inician en el sur del país? ¿Por qué no fueron detectados en entidades previas? ¿Qué sucede ahí? ¿Por qué en Coahuila?”, son algunos de los cuestionamientos del defensor de derechos humanos.
Guillermo Vázquez del Mercado Almada, analista senior de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, cree que Coahuila ofrece de alguna manera un punto medio entre pasar por la ruta más larga que es la del Pacífico o la más corta y peligrosa que es la del Golfo.
“Desde ahí los grupos criminales, todas las bandas estén empujando o privilegiando estos mercados ilegales”, considera el especialista.
En la entidad se han encontrado tráileres llenos de migrantes. Tráileres abandonados con personas dentro, encerradas, que, si no hubiera sido por rescates, hubieran muerto asfixiadas y en hacinamiento.
El 22 de enero en la carretera Matehuala-Saltillo, 54 indocumentados centroamericanos fueron interceptados en una caja de tráiler. El 5 de marzo en Monclova fueron rescatados 64 inmigrantes en Monclova en otra caja de tráiler, pero al menos un centenar huyeron. En esa ocasión, una mujer embarazada y un hombre murieron por deshidratación y las temperaturas de más de 40 grados dentro de la caja del transporte.
“Es muy extraño que pase en Coahuila y de forma reiterada a diferencia de otras entidades”, vuelve a expresar Xicoténcatl.
El Gobernador Riquelme Solís ha asociado el incremento del fenómeno migratorio con los últimos enfrentamientos de la policía Estatal con presuntos miembros de la delincuencia organizada.
Ante esta premisa, el defensor Alberto Xicoténcatl cree que tantos casos de tráfico en camiones y tráileres que abandonan, se puede tratar de un mensaje del crimen organizado enviado al Gobierno estatal.
“Los cárteles envían mensajes muy crueles, pero qué quieren decir. Es un mensaje complejo que solo entienden ellos (la delincuencia y el Estado)”, comenta.
El analista Guillermo Vázquez tiene dos hipótesis. Las dos tenebrosas y perversas porque concibe a seres humanos como mercancías: puede tratarse de errores de logística en la entrega de la “producto” o que ese “cargamento” no pagó la cuota de cruce.
Tanto en rescates, detenciones o caravanas, se han encontrado menores de edad. Esto ocurre en los operativos cerca de vías del tren o en las carreteras.
“Es una lógica perversa. Puede ser ‘déjala ahí, vamos a pasar a recogerla’, se les olvidó. O no se ha cubierto la cuota de esas personas. Si la traes no va a pasar y como muchos productos cuando la mercancía pierde valor, como los chiles o tomates, sale más caro llevarla al punto de entrega cuando no me la van a pagar”, amplía el analista de la Iniciativa Global.
Parecido piensa David Pérez, especialista en derechos humanos y excoordinador del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi.
Comenta, con base en testimonios de migrantes, que muchas veces resulta que no es costeable asumir el riesgo de continuar, les incrementan precios y llegar hasta un punto representa ya recuperar inversiones.
“Todo eso sucede mientras los migrantes están expuestos”, añade.
Pérez considera que los números de detenciones deben ser cuestionados más allá si reflejan efectividad o no, pues es un tema que escapa de la atención en la raíz.
El 9 de marzo, en un filtro en el municipio de Allende, se detuvo un autobús de pasajeros que transportaba a 79 migrantes. El 13 de marzo, otro camión fue interceptado y en su interior se hallaron 82 migrantes cubanos.
El 15 de marzo, policías de Castaños detuvieron dos camionetas tipo van en donde iban 64 migrantes guatemaltecos, cubanos y colombianos, y en el municipio de Arteaga, el mismo día, fueron hallados 38 indocumentados abandonados en una caja de tráiler.
Y el conteo continúa.
Enfrentamientos, ligados a tema migratorio
El Gobernador Miguel Riquelme ha mencionado, a raíz de la crisis migratoria, que los últimos enfrentamientos entre policías estatales con presuntos miembros del crimen organizado tienen que ver más con el tráfico de migrantes que con el tema del trasiego de droga.
“Hoy les deja 5 mil, 6 mil dólares por migrante, más que la droga”, aseguró el mandatario durante una conferencia de prensa.
En cuatro años, la Fiscalía General de Coahuila ha abierto 48 carpetas de investigación por enfrentamientos entre civiles armados y policías estatales. En ese periodo suman 107 civiles armados abatidos, según información entregada como respuesta a una solicitud de información.
A pesar de que en el discurso oficial se ha referido que el crimen organizado intenta “ingresar al estado”, principalmente por el noreste de la entidad, en las brechas que comunican Coahuila con Nuevo León y Tamaulipas, Torreón es el municipio con más carpetas abiertas por enfrentamientos desde el 2018, con 18 expedientes. Le siguen Piedras Negras y Guerrero, al norte, con cinco cada municipio.
Enfrentamientos, otro “síntoma”
Tráfico de personas, el de mayor prevalencia en el mundo: Iniciativa Global
Miguel Riquelme ha mencionado que el crimen organizado tiene “cómplices” en distintas entidades desde donde mandan a los migrantes en camiones.
Los migrantes Julián de Jesús y Edwin platican que durante todo el camino sobran los traficantes que ofrecen sus servicios.
“Preguntan que si tiene uno familia allá arriba. Dependiendo del estado donde esté uno, es lo que cobran. En Apizaco cobraban 8 mil dólares, imagínese. Es mucho pisto (dinero)”, se queja Edwin.
En los estados del sur, los migrantes difícilmente se incorporan a la economía por lo que, explica Guillermo Vázquez del Mercado Almada, analista senior de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional, se van formando caldos de cultivo complicados porque no pueden moverse, no pueden regresar a sus países ni avanzar o trabajar sin un permiso.
Se les restringe el derecho de movilidad y se van desarrollando presiones para que los flujos migratorios busquen salidas, muchas de ellas ilegales.
“Entonces hay gente que puede juntar 2 mil dólares y conseguir un coyote que los lleve por rutas. La mayoría se expone a las amenazas del camino”, dice Vázquez.
El Índice Global de Crimen Organizado 2021 estableció que el tráfico de personas es el más prevalente a nivel mundial, más rentable, por encima del de droga.
Y por eso, recalca el Gobernador coahuilense, el crimen organizado busca perderse en la parte ciega del territorio entre Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, una zona conocida como la Ribereña, en el mero desierto, y establecer bases.https://www.google.com/maps/d/embed?mid=1GSNjrOvyTMndKSRfOK1oV5H09-HAH32s&hl=es-419&ehbc=2E312F
“Quieren entrar y desde el interior de Coahuila tener sus operaciones. Nadie puede operar en esa parte del desierto, ni la policía, por eso queremos cuarteles en la brecha del gas”, comentó el Gobernador Riquelme.
Es la lucha por el territorio.
Las acciones de gobierno mueven precios del mercado de personas
Alberto Xicoténcatl cuenta que, de 2009 para atrás, el 90 por ciento de las personas migrantes que pasaban por la Casa del Migrante de Saltillo, tenían la idea de ingresar a Estados Unidos de forma irregular, caminando por el desierto, solos.
“La gente llegaba y lo lograba”, recuerda.
Sin embargo, a partir del 2010, después del inicio de la guerra contra el narcotráfico, la delincuencia organizada se empoderó de los espacios y territorios; esos territorios por los que antes los migrantes cruzaban, se volvieron terrenos hostiles, dominados por bandas delictivas.
Desde entonces, asegura Xicoténcatl, no hay una sola persona migrante que llegue al albergue en Saltillo, que pretenda siquiera que es posible cruzar sin el apoyo de un traficante.
“Es imposible”, señala tajante.