La situación de los migrantes venezolanos ha tomado un giro alarmante, especialmente para aquellos que han sido detenidos en El Salvador. Desde hace 100 días, cientos de venezolanos, muchos de ellos mayores de 14 años, han sido objeto de una controversia legal y humanitaria tras ser encarcelados bajo acusaciones de pertenecer a grupos delincuenciales. La denuncia fue presentada este 24 de junio ante la ONU, donde familiares de los detenidos solicitaron apoyo y justicia en un encuentro con representantes del Consejo de Derechos Humanos.
Detenciones Arbitrarias y Denuncias a la ONU
Mairelys Cacique, integrante del comité de familiares, compartió su angustia al explicar que sus parientes fueron arrestados sin un debido proceso y sin notificación previa. “Nuestros familiares fueron violentados y llevados a una cárcel de CECOT de manera arbitraria,” afirmó Cacique, quien se unió a otras 252 familias en la denuncia. La falta de transparencia en las acciones del gobierno salvadoreño ha generado una creciente preocupación entre los familiares de los migrantes, quienes solicitan que la ONU realice una investigación y verifique la salud mental y física de sus seres queridos.
La Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, Reem Alsalem, también recibió a los familiares, quienes expusieron el doloroso caso de madres venezolanas deportadas desde Estados Unidos sin sus hijos. Esta situación ha llevado a un estado de desesperanza y a la incertidumbre sobre el paradero de los menores, quienes se encuentran en un sistema en el que se impide la reunificación familiar.

A medida que la situación avanza, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha manifestado su inquietud respecto a las condiciones de los migrantes venezolanos. La falta de información sobre su bienestar y el destino incierto de estos individuos ha generado un sentimiento generalizado de alarma. En este sentido, la respuesta del gobierno de El Salvador ha sido criticada, especialmente después de que el Ministerio Público de Venezuela denunciara la negativa de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña a intervenir en el caso y responder a la solicitud de Caracas.
Es importante destacar el trasfondo de estas detenciones, que se vinculan a un acuerdo entre la administración de Donald Trump y el gobierno salvadoreño. En marzo, Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, utilizando esta controversial ley para expulsar a cientos de venezolanos bajo la acusación de estar relacionados con organizaciones criminales. Esta acción ha sido considerada por Caracas como un secuestro, lo que añade un elemento más de tensión a la compleja situación migratoria.
En este contexto, los familiares de los migrantes han hecho reiterados llamados al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para que provea una lista oficial de los detenidos y facilite el acceso a la información necesaria para entender mejor la situación de sus seres queridos. Sin embargo, hasta ahora, el gobierno salvadoreño no ha proporcionado la información requerida, lo que ha intensificado la angustia de las familias afectadas.
Un Llamado a la Acción
La crisis de los migrantes venezolanos en El Salvador es un claro reflejo de cómo las políticas migratorias pueden impactar la vida de miles de personas. Las detenciones arbitrarias y la falta de respeto a los derechos humanos no solo afectan a los individuos detenidos, sino que también generan un profundo impacto emocional en sus familias. En este sentido, es fundamental que organismos internacionales como la ONU actúen con rapidez y determinación para garantizar la protección de los derechos fundamentales de estos migrantes.
Este es un momento crítico que demanda atención y acción. Las familias de los migrantes merecen respuestas y una pronta solución a su situación, así como un compromiso firme de los gobiernos involucrados para respetar los derechos humanos en todo momento. La solidaridad y el apoyo son esenciales para enfrentar esta crisis humanitaria que afecta a tantos venezolanos en su búsqueda de un futuro mejor.