Estados Unidos ha lanzado una fuerte advertencia para quienes buscan emigrar al país: proliferan las estafas relacionadas con trámites migratorios. Delincuentes se hacen pasar por funcionarios de inmigración o consultores legales para ofrecer “ayuda” con visas, asilos o permisos de trabajo, cobrando altas sumas por servicios que, en muchos casos, no existen. Estas prácticas no solo ponen en riesgo el dinero de los solicitantes, sino también su estatus migratorio.
La estafa típica se presenta en redes sociales y mensajes privados, donde personas desconocidas prometen agilizar trámites o “garantizar” aprobaciones migratorias. Muchos de estos estafadores usan números falsos, correos que imitan dominios oficiales y citas virtuales por WhatsApp o Zoom para aparentar legitimidad.
Un punto clave para detectar el fraude es identificar la información oficial: los sitios web del gobierno de EE. UU. deben tener dominio “.gov”. Cualquier plataforma que no lo haga podría no ser auténtica. Además, solo un abogado o un representante acreditado por las autoridades migratorias está autorizado para dar asesoría legal migratoria, no un notario público común.
Estas estafas tienen un impacto humano profundo. Muchos migrantes, con la esperanza de alcanzar el “sueño americano”, entregan todos sus ahorros a promesas falsas, solo para quedarse sin dinero ni resultados. El daño no es solo financiero: también pueden comprometer su solicitud real si proporcionan documentos falsos o son engañados para firmar formularios sin entender las consecuencias.
Los riesgos legales tampoco son menores. La ley estadounidense considera delito grave el uso de documentos falsos o la participación en esquemas fraudulentos. Además, las personas víctimas de estas estafas pueden tener dificultades para corregir su situación y, en algunos casos, enfrentar procesos penales o migratorios adversos, además del trauma y la desconfianza que genera el engaño.
Para protegerse, las autoridades aconsejan denunciar cualquier oferta sospechosa a las instancias correspondientes. También es fundamental conservar copias de toda la documentación y evitar pagar a personas sin acreditar legalmente su experiencia en derecho migratorio.
La advertencia del gobierno demuestra que la migración hacia EE. UU. no solo está marcada por desafíos legales, sino también por redes delictivas que explotan el deseo de migrar. La gravedad del problema exige que quienes aspiran a cruzar fronteras no solo busquen ayuda, sino que verifiquen cada paso —porque detrás de una promesa fácil podría haber una estafa devastadora.












