El Departamento de Justicia de EE. UU. identificó una red de tráfico de menores que trasladaba a niños desde Ciudad Juárez hacia Texas. En un caso particularmente alarmante, se les administraban gomitas con marihuana para sedarlos durante el trayecto, reveló la Fiscalía General estadounidense.
Cuatro personas fueron señaladas por conspiración para el transporte ilegal de extranjeros con fines lucrativos. Entre ellas, dos mexicanos —Susana y Daniel Guardian de 50 años—, una ciudadana estadounidense, Dianne Guardian de 32, y un residente permanente legal, Manuel Valenzuela de 53. Dianne y Manuel están detenidos mientras enfrentan cargos en el Distrito Oeste de Texas.
Los menores involucrados tenían entre 5 y 13 años, viajaban sin compañía y fueron llevados a través de conductores que, en ocasiones, presentaban documentación falsa para hacerse pasar por sus padres. Tras cruzar la frontera, los niños eran trasladados a El Paso, donde otros presuntos cómplices los recogían y pagaban hasta 900 dólares por cada uno.
Además del disfraz de familiares, en al menos un caso se comprobó intoxicación por marihuana, lo que obligó a atender médicamente a uno de los niños. La fiscal Pamela Bondi advirtió que quienes se benefician de la explotación de menores enfrentan una justicia “rigurosa e integral”.
La agresiva operación evidencia la vulnerabilidad extrema de los menores migrantes al transitar sin custodia. Este caso arroja luz sobre cómo redes criminales pueden explotar la inocencia infantil para sus fines lucrativos. La denuncia judicial marca un paso importante, aunque la protección efectiva de los menores sigue siendo una tarea urgente.