Milicias Civiles Armadas en la Frontera: Un Nuevo Riesgo
Declaraciones de Trump Desatan Controversia en el Marco de la Crisis de Seguridad Fronteriza
Los grupos civiles armados en la frontera de Arizona han reactivado sus actividades de vigilancia, mostrando un renovado interés en colaborar con la nueva Administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. Estas milicias, que buscan aumentar la seguridad fronteriza y detener el flujo de migrantes desde el primer día de su gobierno, están tomando acciones que podrían poner en riesgo a muchos. Un ejemplo prominente es Arizona Border Recon, un grupo armado formado por civiles, incluidos veteranos de guerra. Tim Foley, líder del grupo, expresó su deseo de que la administración Trump les permita ayudar en sus esfuerzos.
La milicia Arizona Border Recon ha estado operando en la frontera durante 14 años, pero su actividad había disminuido en los últimos dos años. Sin embargo, con la elección de Trump, el grupo ha comenzado a difundir material en redes sociales, mostrándose activos nuevamente. En un reciente video de YouTube, se puede observar a aproximadamente 20 hombres armados y vestidos con ropa de camuflaje patrullando la frontera de Arizona. Foley afirmó que su página web ha recibido un aumento en las solicitudes de civiles dispuestos a unirse a ellos, asegurando que “no son una milicia”, sino un grupo de defensa civil.
Preocupaciones por los Derechos Humanos
Este fenómeno no es nuevo; en la década de 2000, Roger Barnett formó su propio grupo para detener migrantes en su propiedad en el condado de Cochise. Barnett fue posteriormente ordenado a pagar $90,000 a migrantes a quienes había detenido con métodos agresivos. Aquellos días también vieron el surgimiento del Proyecto Minutemen, un grupo que ganó notoriedad por sus operativos de vigilancia y que podría revivir bajo la nueva administración.
Otro ejemplo preocupante es Veterans Patrol (VOP), un grupo extremista que ha manifestado su interés en colaborar con la administración Trump. Su agenda incluye teorías conspirativas relacionadas con la migración y la promoción de la presencia armada de civiles en la frontera. Thomas Homan, designado por Trump como el nuevo encargado de la frontera, reconoció el “gran interés” de civil en ayudar, llamándolos “buenos patriotas”.
Para Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, es preocupante que estos grupos se reactivan tras la victoria de Trump. García advirtió que estos civiles armados podrían actuar sin restricciones y con el respaldo de la administración, lo que pone en peligro los derechos civiles de los migrantes. “Están viendo la oportunidad de hacer lo que quieran y nadie les dirá nada”, dijo la activista.
La preocupación se extiende más allá de la seguridad de los migrantes. García teme que los grupos humanitarios que operan en el desierto, como aquellos que dejan agua a los migrantes, puedan ser objeto de ataques por parte de estas milicias, como ha ocurrido en el pasado. La incertidumbre reina sobre lo que sucederá bajo la nueva administración, ya que la cooperación entre estos grupos y las agencias federales es plausible.
La reactivación de las milicias civiles en la frontera de Arizona representa un riesgo significativo para los migrantes que buscan una vida mejor en Estados Unidos. Las tensiones están elevadas, y la acción coordinada de estos grupos armados podría tener consecuencias devastadoras para aquellos que intentan cruzar a territorio estadounidense. La comunidad migrante debe estar alerta y consciente de este nuevo contexto, ya que la seguridad de muchos podría verse comprometida por el fervor de estas milicias en el actual clima político.