Cruzar la Selva del Darién, es arriesgar la vida
El bosque tropical que sirve de frontera entre Colombia y Panamá se ha vuelto en una vía de tránsito para los migrantes que buscan llegar a EU, a pesar del enorme peligro que implica.
El bosque tropical que sirve de frontera entre Colombia y Panamá se ha vuelto en una vía de tránsito para los migrantes que buscan llegar a EU, a pesar del enorme peligro que implica.
Aproximadamente 200 migrantes se entregaron este lunes a las autoridades del Instituto Nacional de Migración en la frontera sur de México.
Tras el desalojo de los migrantes venezolanos de su campamento en la frontera de Ciudad Juárez y El Paso Texas, la mayoría sigue en la incertidumbre.
El cierre a la acogida de refugiados en la frontera sur de EE UU ha provocado aún más muerte y violencia; clausurar las vías legales no acaba con el instinto de supervivencia, solo incrementa la inmigración irregular y fortalece a las bandas criminales.
El número de migrantes venezolanos que estaban varados en Panamá se redujo en los últimos días, después de que decidieran retornar de forma voluntaria a Venezuela.
Autoridades de Panamá advirtieron el 23 de octubre que ese país no permitirá la entrada a los migrantes venezolanos irregulares que viajen desde el norte hacia el sur del continente, como muchos planean hacer luego de que Estados Unidos les cerró la frontera terrestre.
Las medidas buscan “reducir el número de personas que llegan a la frontera” de manera irregular y crear un proceso migratorio “más ordenado” para los venezolanos.
Los cientos de venezolanos que quedaron varados en México luego que EEUU implementara el programa de patrocinio a venezolanos, aseguran que se han visto obligados a pedir en las calles.
Los venezolanos formaban parte de una caravana de 548 personas que en los últimos días ha intentado entrar desde Honduras. Las autoridades migratorias se declararon en alerta naranja ante la posibilidad de nuevos ingresos irregulares.
El dirigente opositor David Smolansky hizo la denuncia tras verificar el hecho con autoridades, sociedad civil y periodistas a través de una oficina de la OEA para migrantes venezolanos que se encarga de coordinar.