En una sorprendente escalada de sus operaciones, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha comenzado a arrestar migrantes directamente dentro de los tribunales de inmigración en diversas ciudades de Estados Unidos. En muchos casos, los detenidos estaban en audiencias programadas o habían visto sus casos desestimados, según información de abogados en varias jurisdicciones.
Este cambio en la estrategia de ICE llega como una forma de acelerar deportaciones, al colocar a los migrantes en un proceso conocido como “expedited removal” o deportación acelerada, incluso cuando ya habían ganado algún tipo de avance legal. Diversos testimonios indican que agentes del ICE esperan dentro o justo afuera de las cortes para detener a quienes salen de las audiencias.
Además, grupos de defensa migratoria denuncian que esta práctica impacta directamente el derecho a un juicio justo. Migrantes, incluidos padres con niños pequeños, han sido esposados frente a sus familias; en uno de los casos reportados, se detuvo a una madre con su hijo pequeño justo después de concluida su audiencia.
Esta situación ha generado alarma entre defensores legales, quienes señalan que esta táctica erosiona la confianza de las comunidades migrantes hacia el sistema judicial. En respuesta, se ha presentado una demanda colectiva (class-action lawsuit) para impedir que los agentes de ICE arresten personas durante su comparecencia en corte, argumentando que se trata de una violación a sus derechos.
Desde octubre, organizaciones como la American Civil Liberties Union (ACLU) y Make the Road New York han alzado la voz. Aseguran que este nuevo enfoque genera miedo y hace que muchos migrantes eviten acudir a sus audiencias, incluso después de haber cumplido con sus obligaciones legales.
Aunque estas detenciones buscan agilizar la expulsión de personas sin estatus, muchas de las comunidades afectadas advierten que esta estrategia solo profundiza la inseguridad y desconfianza. Los observadores llaman a proteger el debido proceso, asegurando que acudir a una audiencia no deba convertirse en motivo de detención inmediata.