Coahuila, México.- La dinámica migratoria en Coahuila ha experimentado un cambio significativo en los últimos meses, ya que las caravanas migrantes han optado por evitar la entidad debido a los intensos operativos de detención implementados por autoridades migratorias y gobiernos municipales. Así lo confirmó Alberto Xicotencatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, quien explicó que, aunque el flujo de migrantes continúa, este ahora se realiza en grupos pequeños y de manera menos visible, lo que ha alterado la forma en que transitan por la región.
Xicotencatl detalló que cuando los migrantes viajan en grandes grupos, las detenciones suelen ocurrir en toda la ruta, desde Monclova hasta Piedras Negras, lo que convierte a Coahuila en una zona de alto riesgo para quienes buscan cruzar hacia el norte. Sin embargo, advirtió que, aunque el estado ya no es una ruta prioritaria para las caravanas, ello no implica que no haya migrantes transitando por él. “Las caravanas ya no cruzan por aquí, pero los migrantes siguen pasando, solo que de forma más discreta”, afirmó el director de la Casa del Migrante.
En este contexto, Xicotencatl expresó su preocupación por la situación migratoria en la frontera norte del país, especialmente ante la posible llegada masiva de personas antes de la toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en 2025. Según el director, es probable que el flujo migratorio se intensifique antes de que Trump asuma el cargo, lo que podría generar una crisis en los municipios fronterizos de México, como Piedras Negras y Ciudad Acuña.
El director de la Casa del Migrante también advirtió sobre el posible fin del programa “CBP One”, que permite a los migrantes solicitar asilo en territorio estadounidense. De ser cancelado, miles de personas se verían obligadas a esperar en territorio mexicano, lo que podría desencadenar un colapso en la frontera. “Habrá que realizar un trabajo profundo de prevención, atención y planeación, porque si no hay un plan de respuesta, la situación podría desbordarse”, puntualizó Xicotencatl.
En cuanto a la labor que realiza la Casa del Migrante de Saltillo, el director informó que durante 2024 han atendido a casi 7,000 personas y se espera que el número final cierre en 8,500 migrantes, debido al incremento en el tránsito durante el mes de diciembre, tradicionalmente uno de los períodos de mayor movilidad. La casa refugio se ha convertido en un punto de pausa y descanso para muchas personas que, a pesar de las dificultades, siguen persiguiendo el sueño de llegar a Estados Unidos.
Las historias de vida de los migrantes que pasan por la Casa del Migrante son un reflejo de la incertidumbre, el temor y la esperanza que acompañan a miles de personas que emprenden esta peligrosa travesía. Micaela, una migrante de Ecuador, viaja junto a su hermana menor y comparte sus temores: “Nos da mucho miedo por mi hermana, por eso preferimos quedarnos aquí y esperar los trámites. Estamos en el refugio y salimos a trabajar”, comenta. Aunque la idea inicial era entregarse en la frontera, las crecientes dificultades las llevaron a replantear sus planes, esperando que más adelante se les presente la oportunidad de iniciar los trámites para solicitar refugio.
Por otro lado, un joven migrante de Nicaragua narra su travesía a bordo de trenes y con largos trayectos a pie. “Desde el sur de México hasta aquí nos tomó entre 20 y 26 días. Los trenes van a gran velocidad y es muy peligroso”, asegura. El joven tiene la esperanza de reunir dinero para continuar su viaje, tal vez hacia Monclova o Piedras Negras. Su experiencia refleja los peligros y las penurias que enfrentan los migrantes durante su paso por México.
Finalmente, Daniel Rivera, un migrante guatemalteco, cuenta su dura travesía a pie desde Chiapas hasta la Ciudad de México, un viaje que le tomó cerca de dos meses y estuvo marcado por la exposición al sol y las noches llenas de incertidumbre. Aunque aún no ha solicitado refugio, no descarta hacerlo si la oportunidad se presenta. Como ellos, cientos de migrantes encuentran en la Casa del Migrante un respiro temporal mientras siguen buscando su oportunidad para un futuro mejor en Estados Unidos.
Con la llegada del mes de diciembre, muchas de estas personas ven en la temporada navideña una oportunidad para alcanzar su objetivo, aunque los riesgos y la incertidumbre siguen presentes en cada paso del camino. Para los migrantes, cada día es una lucha entre la esperanza y el miedo, mientras continúan su travesía por un futuro mejor.
