Pleito familiar comenzó desde el jueves y se convirtió en tragedia ayer, junto al río Bravo
Un joven muerto y tres lesionados más además, de dos desaparecidos fue el saldo del ataque registrado la madrugada de ayer a un grupo de personas en el ejido El Centinela.
Jesús Arturo “N”, de 26 años, murió como consecuencia de un disparo producido por arma de fuego, mientras que en el ataque resultaron lesionados José Arturo “N”, de 55 años, así como también a Miguel Ángel “N”, de 22 años y Miguel Ángel Ordóñez, de 29 años, padre y hermanos de la víctima, respectivamente.
Trascendió en las investigaciones que estas personas presuntamente son polleros o traficantes de migrantes e iban en un grupo de aproximadamente 12 sujetos, mexicanos y centroamericanos, que se dirigían a cruzar el río Bravo.
Según la versión de José Arturo “N”, de entre el monte salieron cuatro personas armadas disparando hacia ellos, quienes los detuvieron y les indicaron que tenían un mensaje de un sujeto apodado “El Pollo”, originario de Michoacán.
Tras someterlos bajo amenazas, los ataron de manos y les dispararon por la espalda, las lesiones provocaron la muerte de Jesús Arturo y heridas a los otros tres acompañantes.
Según los reportes policiacos, José Arturo recibió un disparo en la parte del cuello por la nuca y en la parte de la cara en el pómulo de lado izquierdo laceraciones.
Miguel Ángel, de 22 años, sufrió un impacto de esquirla en la parte baja de la nuca y Miguel Ángel Ordóñez otro impacto en la nuca.
También se habla de que hay dos personas más desaparecidas que huyeron del lugar.
Investigaciones adicionales señalan otra línea, en el sentido que el pasado jueves 3 de marzo se registró una riña en un rancho cercano al río Bravo, donde habitan varios de los lesionados y a raíz de estas rencillas sobrevino este ataque contra los lesionados.
Luego de los hechos, la Sedena y la Guardia Nacional ya instalaron puntos de inspección en las brechas que llevan al río Bravo tanto en el municipio de Jiménez como en los ejidos El Centinela, El Moral, San Isidro y La Navaja, donde se ocultan grupos de migrantes que suman cientos de personas y cruzan sin problema a Texas.
