Temen ser detenidos: repartidores migrantes evitan motos en Washington

Temen ser detenidos: repartidores migrantes evitan motos en Washington

Share:

Un operativo reciente en Washington ha cambiado drásticamente la rutina de los repartidores migrantes. Bajo la creciente presencia de agentes de inmigración —ICE— trabajando junto a la policía local, muchos repartidores han reportado temor al desplazarse en motos. La respuesta ha sido sustituirlas por bicicletas, una decisión que buscan mitigar el riesgo de ser detenidos por infracciones de tránsito o sospechas de documentación irregular.

Jose, un repartidor venezolano, compartió que el cambio fue imperativo para proteger a su familia: “Tengo a mi esposa y mis dos hijos en Venezuela… ser repartidor fue mi manera de llegar a fin de mes”. Sin embargo, la nueva tendencia ha impactado sus ingresos, y su trabajo ya no es tan rentable como antes.

Quienes utilizaron motos solían reunirse en esquinas concurridas de barrios como Mount Pleasant, animados por música y conversaciones mientras esperaban los pedidos. Ahora, esas esquinas permanecen silenciosas. Las ventas de empresas locales han caído entre un 30% y 60%, intensificando la presión económica sobre comunidades que dependen del reparto a domicilio.

El proceso de detención se ha incrementado notablemente: en solo dos semanas, arrestos por parte de ICE en esa zona se multiplicaron por diez respecto al promedio normal. Este incremento ha generado un clima de paranoia entre repartidores y vecinos, quienes temen ser señalados injustamente como indocumentados.

Esta situación ha forzado migrantes a migrar internamente: algunos han optado por mudarse a Maryland o Virginia, dejando atrás empleos y redes de apoyo. Otros han abandonado por completo la labor de reparto, lo que pone en riesgo la economía familiar y alimenta la inseguridad en barrios ya vulnerables.

Los defensores de derechos migrantes alertan que este tipo de políticas, aunque justificadas en aras de seguridad, terminan afectando a quienes simplemente buscan trabajar y subsistir. El miedo a la deportación impacta profundamente en la calidad de vida de quienes, lejos de ser amenaza, representan pilares de sus familias y comunidades.

Previous Article

Corte Suprema levanta freno a redadas migratorias en Los Ángeles

Next Article

Detenido a red de tráfico infantil que sedaba niños con dulces en Ciudad Juárez

También te puede interesar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *