El Gobierno de México encontró un segundo muerto en el Río Bravo, el que comparte con Estados Unidos, por las boyas y el cerco de alambre instalados por Texas para evitar el paso de migrantes.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Instituto Nacional de Migración (INM) informaron del hallazgo pocas horas después de encontrar otro cadáver en Piedras Negras, la cual es una ciudad fronteriza con la ciudad estadounidense de Eagle Pass, Texas.
En «un hecho separado del primer fallecido», «un segundo cuerpo fue encontrado aguas arriba por el Grupo Beta Piedras Negras, aproximadamente cinco kilómetros de separación entre ambos», señalaron las dependencias.
Hasta el momento permanecen sin identificar los dos fallecidos, añadió el boletín.
Fotografía tomada del Twitter @GregAbbott_TX. Boyas instaladas por el gobierno de Texas en el río Bravo a la altura de Eagle Pass.
La Secretaría de Relaciones Exteriores confirmó el hallazgo de dos migrantes sin vida en la zona de boyas en Eagle Pass, Texas, las cuales fueron colocadas por el gobierno republicano de Greg Abbott.
Alrededor de las 14 horas del miércoles 2 de agosto, el Departamento de Seguridad de Texas notificó al Consulado mexicano en Eagle Pass del hallazgo de dos personas sin vida atorada en la parte sur de las boyas que semanas atrás colocó el gobierno de Greg Abbott.
Los hechos ocurrieron ese mismo día, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores mediante un comunicado, en el cual añadieron que el Grupo Beta encabeza las maniobras de rescate del cuerpo.
Aunque aún se desconoce la nacionalidad y la causa de muerte del fallecido, la cancillería mexicana presume que se trata de un migrante, pues expresó su preocupación «sobre el impacto en los derechos humanos y la seguridad personal de los migrantes que tendrán estas políticas estatales”, haciendo referencia a las decisiones del gobierno de Texas.
Y precisó que esto va “en sentido opuesto a la estrecha colaboración entre nuestro país y el Gobierno federal de los Estados Unidos» .
Hace apenas una semana, el gobierno mexicano envió dos cartas de queja al presidente estadounidense, Joe Biden, reclamando que el programa de fortalecimiento a la frontera de Gregg Abbott violaba los tratados internacionales entre ambos países.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos respondió iniciando un proceso jurídico contra el gobernador texano, quien aseguró que no tiraría las boyas que colocó en Eagle Pass.
De los 305 kilómetros que abarcan estos obstáculos, 230 son parte del territorio mexicano, como pudo constatar una comisión fronteriza enviada por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Le encargamos a esta comisión (Comisión Internacional de Límites y Aguas) que hiciera un recorrido territorial para informarnos qué es lo que estaba realmente pasando, y ahí entonces vimos que se están construyendo terraplenes que provocan obstrucción y desviación del flujo del río, contenedores metálicos de carga dentro de la zona de inundación y una malla con incluso púas para evitar el paso, y las boyas plásticas flotantes”, explicó Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores durante la conferencia de prensa del presidente de este miércoles.
Ante estos hechos, la secretaria envió dos quejas al gobierno de los Estados Unidos. Como respuesta, el presidente de esa nación, Joe Biden, inició un proceso legal en contra del gobernador Abbott por violar los tratados de límites territoriales entre ambos países
Ese mismo lunes, el gobernador Gregg Abbott respondió que no retiraría ni las boyas ni los obstáculos, pues su gobierno tiene la facultad de hacer valer las leyes migratorias en su territorio. Su instalación forma parte de un plan para detener la migración que costará más de 4 mil millones de dólares al estado. La barrera está hecha de tal manera que se pueda desplazar a lo largo del río según las necesidades marcadas por el gobernador Abbott.
En esta parte de Texas el Río Bravo es uno de los obstáculos más duros para quienes migran hacia Estados Unidos. Su corriente caudalosa ha sido la causa de muerte de cientos o miles de personas que intentan cruzarlo.